He de reconocer que la gente habla tan bien de Juego de Tronos que una parte de mí no quería leerla, normalmente siempre me decepcionan las historias que todo el mundo pone por las nubes porque acabo esperando más de lo que hay al final. Pero este libro es una excepción, la historia me ha subyugado de principio a fin, o más bien de la primera página a la última porque no termina en el primer libro precisamente (ya estoy con el segundo). El escenario que nos presenta George R.R. Martin es un mundo medieval con criaturas mágicas, es decir, lo encuadramos en la fantasía épica. Sin embargo, aquí lo importante, al menos en el primer libro, no son los rasgos fantásticos que rodean el universo de Martin, sino lo más mundanos. Y es que la política lo impregna todo, es realmente un juego de tronos el que se lleva a cabo. Los personajes son maravillosos, complejos, interesantes, bien definidos, cada uno con su personalidad y sus características propias, los hay hermosos, feos, eunucos, "sementales". La única pega que le pondría es que los niños no actúan como niños sino como adultos, aunque unos más que otros, y a veces dejan entrever la edad que realmente tienen. La división de la novela es muy curiosa, no tiene capítulos, sino que se divide en personajes. En cada parte el personaje que da nombre al capítulo es el protagonista de este, de forma que vemos los mismos sucesos desde distintos puntos de vista. Aquí no hay malvados claros ni heroes perfectos, aunque cada uno simpatizará con uno u otro. En mi caso me gustan personajes de distintas casas, por lo que no tengo claro quién quiero que "gane". La historia es apasionante, está redactada con maestría y no logro entender por qué no había oído hablar de ella antes de la serie...
La saga completa va a constar de siete libros, dos de ellos aún sin publicar.
La saga completa va a constar de siete libros, dos de ellos aún sin publicar.